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El Perú a los 50 años de la misión Apolo XI
Escrito por George Fajardo (Universidad Nacional de Ingeniería)

Hoy les contaré una historia, desde los inicios de las civilizaciones, la humanidad ha estado obsesionada con el cielo y sus confines, dándole una gran importancia y soñando con algún día alcanzar tan lejano objetivo. Muchos mitos y relatos han surgido sobre las constelaciones, la luna y el sol. Sin embargo los libros de historia nos dicen que no fue hasta hace pocos años que el hombre por primera vez pudo llegar al espacio, siendo Yuri Gagarin el primer hombre en el espacio exterior y Neil Amstrong el primer hombre en pisar la luna gracias a la misión Apolo 11 en 1969.
Han pasado 50 años ya desde este gran hito en la carrera espacial y la NASA ya tiene en mente la siguiente gran misión de exploración espacial tripulada. Artemis, hermana gemela de Apolo y diosa de la Luna en la mitología griega, personifica nuestro camino de regreso a la Luna como el nombre del programa de la NASA para llevar astronautas a la superficie lunar para el año 2024; además existe otra misión para llevar humanos a Marte en 2033. Es fácil emocionarse al oír ello, sin embargo, este tipo de misiones implican superar muchos obstáculos, batallas del hombre contra probabilidades casi imposibles.
Enfrentarnos a ambientes y situaciones desconocidas, no sólo es un reto desde el punto de vista de la ingeniería, sino desde campos como la psicología, biología, medicina, arquitectura entre otros. Estos retos deben ser resueltos en un futuro cercano por los profesionales que hoy se forman, es decir, por los estudiantes.
En función a ello la NASA crea diferentes programas como el Human Exploration Rover Challenge (HERC), un desafío que continúa el esfuerzo de la agencia por utilizar el atractivo y la intriga de sus misiones y programas espaciales como catalizadores para involucrar a los estudiantes en STEM: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Este desafío de diseño para estudiantes se dirige a la próxima generación de científicos e ingenieros para ayudar en el proceso de diseño al proporcionar diseños innovadores y perspectivas únicas. El desafío también continúa con el legado de la agencia de proporcionar una valiosa experiencia a los estudiantes que, algún día, pueden ser responsables de planificar futuras misiones espaciales, incluidas misiones tripuladas a otros mundos.

El Perú no es ajeno al desarrollo aeroespacial, basta pensar en Pedro Paulet, considerado como pionero de esta área. Actualmente existen en Perú grupos que incentivan a los estudiantes a verse envueltos en desarrollo aeroespacial, tales como SGAC y The Mars Society. No solo ello, el CONIDA, la agencia espacial del Perú tiene el interés de involucrar a estudiantes en desarrollo aeroespacial, prueba de ello es que este año 4 estudiantes fueron seleccionados por el CONIDA para participar del “Third Summer Camp of APSCO Student Small Satellite Project“, cabe resaltar que Perú es miembro de APSCO, una asociación creada para la cooperación espacial entre países de la región Asia-Pacífico.
Además este año además dos equipos peruanos participaron en el Human Exploration Rover Challenge (HERC) de la NASA, un concurso realizado anualmente por la Agencia Espacial Americana, recibiendo uno de ellos el premio a la mejor telemetría/electrónica. La telemetría, que no significa otra cosa que el envío de datos de manera remota, fue implementada de manera innovadora; tal es así que gracias a ello se logró el premio, un sistema que no dependía de GPS para ubicar la posición de un rover (Vehículo de exploración espacial), dado que no hay una red de satélites para GPS en Marte y que además podía calcular la cantidad de oxígeno restante para los conductores del vehículo.

Este proyecto ganado por peruanos abre las puertas para más jóvenes que deseen seguir esta rama de investigación y queda preguntarnos ¿Será esto un hito para las ciencias en Perú? ¿Qué tanto se puede desarrollar a partir de este proyecto?
La siguiente generación peruana de científicos e ingenieros nos preparan muchas sorpresas sin lugar a dudas.