Comunidad Serendipity
Mi regreso a Harvard
Escrito por Johnny Dávila (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)

Hola a todos.
Mi nombre es Johnny Dávila Sandoval, estudiante de último año de la carrera de Ciencias Biológicas con orientación a Hidrobiología y Pesquería. Fui alumno de Serendipity en el ciclo 2016-I, y quisiera contarles un poco sobre cómo logré volver a Harvard y mis motivaciones profesionales.
La sistemática y evolución han atrapado mi atención desde principios de mi carrera. Es increíble cómo datos de secuencias pueden reconstruir la historia de una especie o de un taxón en particular. ¡Ya podemos saber en qué período geológico posiblemente empezó la radiación de especies! Toda esta magia ha sido posible por la presencia de fósiles y ADN, además del trabajo detallado de la taxonomía en describir de manera precisa a las especies.
Apasionado por los misterios dentro de uno de los phyla más diversos del reino Animalia: Mollusca, empecé a buscar sobre filogenias que determinaran su posición respecto al resto de taxa. Así fue como supe del trabajo del Dr. Gonzalo Giribet, sus árboles filogenéticos que daban luces hacia el uso de genomas y transcriptomas para dilucidar relaciones entre grandes grupos. Hasta este entonces, solo sabía que trabajaba en Harvard.
Fui seleccionado el año pasado por el programa Research Experience for Peruvian Undergraduates (REPU), en la rama de Biología, coincidentemente, en Harvard University. Estando allí, no podía perder la oportunidad de conocer a Gonzalo. Gracias a mi supervisora en ese entonces, supe que se estaba dictando el curso OEB 51: Biology and evolution of invertebrate animals, a cargo de –nada más y nada menos- el mismo Dr. Giribet y la Dra. Cassandra Extavour. La calidad de enseñanza y pasión de los profesores en cada clase hizo que me enamorara del curso. Pasé de memorizar nombres para un examen, a salir de cada sesión con preguntas en mi cabeza de lo mucho que no se sabe de grupos tan inexplorados como los Placozoa, de la posición incierta de los Ctenophora, de genes relacionados a vías de señalización encontrados en Porifera, entre otras tantas dudas.
Antes de regresar a Perú, tuve la oportunidad de conversar directamente con el Dr. Giribet, y después de charlar sobre mi trabajo realizado previamente, me aceptó para hacer una pasantía en su laboratorio durante el otoño del hemisferio norte (septiembre-diciembre). Tendría la oportunidad de trabajar directamente con uno de los pioneros en las grandes filogenias del reino Animalia, y en una de las universidades más reconocidas del mundo: Harvard.
Conseguir financiamiento para esta nueva oportunidad sería un camino lleno de altibajos. Pero en todo momento me mantuve fuerte en mis convicciones. Postulé a varias fuentes de financiamiento entre ellas el Programa de Movilidad Estudiantil (UNMSM), que finalmente me seleccionó –esto gracias a la ayuda de Serendipity–. Asimismo, abrí un perfil de crowdfunding donde muchos muchos compatriotas en Perú y alrededor del mundo me brindaron su apoyo. Gracias a todos ellos pude retornar a Harvard con la convicción de dar lo mejor de mí.
Ahora puedo decirles que es una experiencia increíble. No solo es hacer investigación donde el jefe ha publicado más de una vez en revistas de alto impacto, como Nature, con múltiples distinciones por su calidad de enseñanza y trayectoria, sino también aprender en un ambiente dinámico con gente dispuesta a ayudarte y enseñarte.
Ahora trabajo en un grupo de organismos a quienes llamaré coloquialmente “caracoles sin concha”. Con herramientas moleculares y morfológicas de alta resolución, buscamos resolver si existe una diferencia real entre dos géneros de liebres de mar y descubrir nuevas especies de nudibranquios. Ya en mi cuarta semana he generado cientos de secuencias y sobre todo, he adquirido auto-confianza para dirigir y resolver problemas en experimentos.
Solo quiero transmitir a todos los que me lean, que todo es posible. Hace casi cinco años, cuando recién empezaba la carrera en San Marcos, jamás habría imaginado que realizaría mis prácticas pre-profesionales en Harvard. Recibirán muchos “no” a lo largo de su camino como científicos en formación y eso no quiere decir que deban abandonar sus sueños. Empiecen a creer en ustedes mismos y todo lo que pueden lograr, que el mundo está hecho para los soñadores.